• Centros educativos Públicos con dificultades con el inicio del curso lectivo
Edgar Brenes Valenciano
Periodista
Como es de conocimiento el Ministerio de Educación (MEP) apunta que los estudiantes de escuelas y colegios lleguen a los diferentes centros educativos a recibir las clases de manera presencial, para algunos la medida crea controversia ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, sobre todo la falta de información hacia los padres de familia con la aplicación del protocolo que ha establecido el Ministerio de Salud.
Por supuesto, que las inquietudes ponen al descubierto la falta de planificación de alguna manera por parte del MEP, debido a que muchos de estos centros educativos públicos a nivel nacional no cuentan con la infraestructura adecuada para el lavado de manos, acción indispensable para prevenir un contagio y peor aún sino cuentan con la disposición del agua potable.
De ahí, que muchos padres encargados de los estudiantes se reúsan a enviar a sus progenitores a recibir las lecciones.
Además, solo en la zona norte de nuestro país, se contabiliza aproximadamente 30 centros educativos que no podrán abrir sus puertas por diversos motivos, algunos de ellos por mal estado de los pupitres, no cuentan con los servicios básicos como: electricidad y agua potable, infraestructuras en pésimas condiciones, entre otras situaciones que ponen en evidencia la deficiente actuación de los personeros del Ministerio de Educación pública.
Asimismo, se ha anunciado que más de 750 centros educativos mantienen una orden sanitaria y sin tomar en cuenta estas dificultades se inició del curso lectivo.
Si bien es cierto, que la educación no puede detenerse y la tecnología permite a la mayoría de recibir las clases de manera virtual, porqué no seguir con este mismo modelo y para aquellos que no posean la tecnología abrir un espacio físico en el centro educativo que corresponda y así minimizar las probabilidades del riesgo de contagio, pensando en que hay grupos de una sola sección con más de 30 estudiantes. quizá, la motivación del ingreso a las lecciones presenciales pone al gobierno en activar a un sector del transporte de estudiantes, quienes se han visto afectados económicamente y se han quedado sin trabajo durante todo este tiempo de pandemia, pero que el Estado no les han permitido por los permisos utilizar sus vehículos para otras actividades, siendo, más racional buscar una solución para este grupo y puedan generar ganancias y llevar el sustento a sus familias.
– Desigualdad educativa
Aunque la educación costarricense es dirigida por el MEP, evidencia las abismales diferencias entre los centros educativos públicos con respecto a los centros privados en materia de infraestructura y condiciones tecnológicas.
El poder adquisitivo de las familias que le permiten que sus hijos gocen de estas comodidades pero no los excluyen de la pandemia y la vulnerabilidad de los estudiantes.
Sin embargo, la organización privada visibiliza que están mejor preparados para el recibimiento de los estudiantes, inclusive con mejoras en las entradas de las instalaciones para el lavado de manos y aplicar los protocolos sanitarios.
La desigualdad en la educación pública ha puesto a prueba al MEp para surtir a los diferentes centros no solo con el equipo de cómputo y la internet sino con la capacidad de los profesores para impartir las lecciones, de seguro muchos de ellos también fue un aprendizaje durante el año 2020. por tanto, el MEP debería establecer horarios en los centros educativos públicos para aquellos que no cuentan con las herramientas necesarias para recibir las clases vía virtual o que tienen problemas de infraestructura o tecnología.
Cabe señalar, que el mundo se ha transformado por el Covid-19 y el MEP debería preocuparse más por invertir en la calidad de aprendizaje mediante la tecnología y establecer estrategias para satisfacer las necesidades del estudiante.